Robots de transporte y servicios logísticos: entornos exteriores con tráfico público

Productores Operar robots en entornos exteriores, utilizando carreteras normales y reaccionando ante otros participantes en el tráfico, puede considerarse la aplicación robótica más prestigiosa, con un amplio abanico de dificultades y grandes solapamientos con la disciplina de la conducción autónoma.

Tipos de operaciones realizadas por los robots

El uso de robots de exterior en zonas de tráfico público está dominado por la disciplina de la "última milla", que tiende un puente entre los hogares humanos y los restaurantes o supermercados. Para hacer frente a la tarea de entrega altamente personalizada: el objetivo es utilizar robots con cargas útiles relativamente pequeñas.

Nivel de distribución

Numerosos proveedores de servicios logísticos y empresas de venta al por menor en línea están experimentando con sistemas robóticos para alargar la última milla desde los puntos de entrega hasta las puertas de los clientes. Las soluciones robóticas, tanto las móviles (basadas en tierra) como las basadas en drones (aéreas), parecen competir entre sí para dar cuenta del costoso último paso en el transporte de mercancías. Numerosas empresas de nueva creación están desarrollando y ofreciendo vehículos autónomos exteriores o drones conceptualmente similares para ayudar a reducir los costes logísticos en la entrega instantánea bajo demanda. Entre los robots de este tipo que se están explorando figuran Starship (creada por los ingenieros fundadores de Skype), TeleRetail y Dispatch (una start-up del MIT/UPenn). Esta última fue adquirida por Amazon y ahora está participando en pruebas a gran escala para el reparto de mercancías a domicilio en un pequeño pueblo cerca de Washington, DC. El dron de reparto llamado Scout suele circular por la acera, pero puede cruzar las calles y evitar obstáculos y otros transeúntes. Por otro lado, el robot Starship puede llevar una carga de unos 10 kg y se utiliza principalmente para entregar alimentos. Los robots pueden utilizarse para repartir cargas de tamaños tan diversos como paquetes pequeños, comestibles, lavandería, pizza, etc. Además, durante los cierres de Covid-19 hubo un buen número de empresas emergentes que se concienciaron apoyando el suministro médico y de alimentos. Algunos ejemplos son la start-up californiana Nuro, así como la china Neolix, que informó de un gran aumento de los pedidos de sus vehículos de autoconducción en el pasado y recaudó 29 millones de dólares en financiación en febrero de 2020.

Consideraciones de coste-beneficio y retos de marketing

Un estudio de McKinsey de 2016 resume la situación del reparto en vehículos autónomos al aire libre como un sector de crecimiento global (del 7% al 10% en los países industrializados, el 300% en las economías en desarrollo) debido sobre todo a las entregas B2C. Este segmento representa aproximadamente el 50% del coste total del transporte. 229 Se supone que el uso de robots reducirá estos costes a la mitad. Los robots de reparto de última milla están diseñados para circular principalmente por carriles peatonales y de bicicletas a bajas velocidades de hasta 6 km/h (velocidad de marcha). Los robots de reparto se dirigen a zonas suburbanas relativamente acomodadas y poco concurridas, comunidades cerradas y campus. En los carriles bici, las aceras, etc., los robots recorrerían una corta distancia desde un centro local o un punto de venta hasta el receptor, normalmente entre 5 y 30 minutos. Los clientes podrían programar la entrega a través de una aplicación. Los vehículos autónomos están diseñados para ofrecer la máxima seguridad y fiabilidad y, por tanto, reducen el riesgo de accidentes, lo que implícitamente aumenta el tiempo de funcionamiento. A pesar del coste relativamente elevado de las instalaciones, la rentabilidad de las aplicaciones descritas se deriva del funcionamiento en tres turnos de los robots de exterior. En comparación con el coste global del sistema, la capacidad de navegación autónoma es un elemento de coste menor que debería amortizarse con relativa rapidez. Además, se reduce la necesidad de conductores humanos, con lo que se recortan los costes salariales. Otro beneficio es el alivio del aburrimiento del trabajo repetitivo como conductor. Otras ventajas son la eficiencia energética y la calidad de las entregas..