Un típico robot de vigilancia/seguridad con una plataforma móvil apta para el exterior está equipado con varios sensores (micrófonos, radar, cámara teledirigida con movimiento horizontal, detector de movimiento). A menudo, los robots pueden prolongar sus misiones recargándose automáticamente. Para cubrir continuamente grandes espacios, se pueden coordinar varios robots o, como opción curiosa, un robot puede colocar automáticamente sondas sensoras activas en el suelo para transmitir información al robot principal y formar una red de sensores. Estas sondas sensoras se pierden cuando se agota su energía, o bien el robot las recoge al final de la misión para reutilizarlas. Las principales aplicaciones de seguridad son las siguientes:
- Control de acceso, por ejemplo, para lugares sensibles a la seguridad (bases militares, dependencias gubernamentales). Los sensores biomiméticos para detectar o incluso identificar personas forman parte de la adquisición de datos externos del sistema.
- Detección de anomalías y alarma. Comprende el análisis del comportamiento de la persona o de las condiciones del entorno (presencia y estado de los objetos, infraestructura y atmósfera) a través de los canales de sensores adecuados (sonido, visión, radiación, etc.).).
- Detección e inspección de objetos. La presencia, la ubicación, el estado, los posibles cambios en la función de los objetos (instalaciones, transporte, objetos cotidianos) forman parte de la tarea del robot.
A menudo, estos robots se han limitado a entornos en los que la vigilancia por parte del personal es tediosa, costosa o peligrosa, lo que justifica los costes aún relativamente elevados de estos sistemas. Los gastos suelen oscilar entre los 25.000 y los 150.000 dólares, según las prestaciones de la máquina y el equipamiento de sensores. Los entornos de misión suelen ser el interior de edificios (fábricas, museos y sedes corporativas), plantas químicas, arsenales militares, centrales nucleares, etc. Otros ámbitos son las inspecciones de los bajos de los coches o cinemáticas más complejas para inspeccionar incluso el interior de maletas, cajas o contenedores a través de pequeños agujeros.
Los robots de seguridad también pueden encontrarse en entornos industriales; algunos ejemplos son:
- SMP Robotics ha desarrollado un robot de seguridad de su serie S5.2 para el patrullaje autónomo en zonas protegidas (véase la figura 3.80). Está diseñado para la videovigilancia inteligente y ofrece videovigilancia panorámica de 360 grados, con detección de personas y rostros y avisos sonoros. El patrullaje colaborativo se realiza mediante el uso de varios robots divididos uniformemente a lo largo de la ruta de patrulla con comunicación entre todas las unidades.
El Knightscope K5 es un robot móvil de 1,5 m de altura. Utiliza el análisis predictivo y la colaboración social para predecir y prevenir la delincuencia. Cuenta con la mayoría de los sensores mencionados anteriormente. Los ámbitos de actuación son escuelas, hoteles, concesionarios de automóviles, estadios, casinos, cuerpos de seguridad, puertos y aeropuertos. Existen otras categorías para diferentes estilos de entornos. Knightscope también ofrece otros tres tipos de robots de seguridad para uso interior, exterior y estático.
Asimismo, el robot de seguridad de EOS Innovation, e-vigilante, se desplaza a una velocidad de entre 5 y 10 km/h, sigue rondas preprogramadas e identifica anomalías, robos y movimientos. Cuando se detecta un incidente, e-vigilante avisa al operador del servicio de seguridad situado en el exterior de la instalación, transmitiendo en tiempo real materiales de vídeo e información que se muestran en el mapa de la instalación.
El operador de seguridad puede entonces tomar el control del e-vigilante de forma remota para evaluar la situación, categorizar el nivel de alerta y tomar las medidas necesarias mientras se mantiene fuera de peligro físico.
Los vehículos terrestres no tripulados (UGV) para la vigilancia y la ayuda en caso de catástrofe (por ejemplo, supervisión de reactores y accidentes relacionados, bombas antes o después de una explosión, búsqueda de fuentes fuera del control reglamentario, mediciones a largo plazo) suelen derivar de los sistemas móviles de tipo defensivo. Por lo general, estas plataformas son propulsadas por orugas y baterías de funcionamiento. La mayoría de los sistemas disponen de manipuladores para manipular los artefactos explosivos. Los sistemas no suelen ser muy rápidos, y la capacidad de subir escaleras requiere un (tele)operador experto. Los modelos típicos de UGV para estos trabajos son, entre otros, el Packbot de Flir, Cutlass o Wheelbarrow, TeleMax, Teodor, el Talon y el Defender.