La amenaza de la robotización y el "socialismo automatizado", ¿fantasía o realidad?

La robotización de la economía como amenaza para el empleo

Muchos analistas consideran que la robotización de la economía es una amenaza para el bienestar de la sociedad, principalmente en forma de inminentes pérdidas de empleo a gran escala. La robotización se refiere al desarrollo de la automatización industrial basada en robots industriales. Las máquinas automatizadas pueden trabajar sin interrupción, vacaciones o bajas por enfermedad. Pueden realizar operaciones exactas y algo monótonas durante largos periodos, a menudo con más eficacia que los humanos.

¿La robotización amenaza a la mano de obra cualificada?

Las máquinas no sólo pueden sustituir el monótono trabajo humano de transmisión. La robotización y la digitalización son inseparables. Los big data y su análisis automático facilitan el trabajo de los médicos, sus diagnósticos y la selección de medicamentos. Tendencias similares están empezando a aparecer en el derecho y la educación. Los cursos electrónicos están sustituyendo en cierta medida a los profesores, y el procesamiento de big data en el campo del derecho está sustituyendo parcialmente el trabajo de un abogado.

Pero por ahora, la amenaza de sustituir la mano de obra especializada por la robótica sigue siendo más un peligro teórico del futuro que un peligro real de hoy. El trabajo de un médico, un abogado o un profesor no es sólo un diagnóstico rutinario o una conferencia igualmente regular. Es, ante todo, una interacción entre personas en constante cambio y evolución, la capacidad de escuchar, responder a preguntas y, a veces, encontrar juntos soluciones a problemas bastante extraordinarios. Los algoritmos automáticos existentes no pueden imitar ni de lejos este tipo de comportamiento humano.

Qué profesiones están amenazadas por la robotización

Sin embargo, los robots están liberando poco a poco a las personas de sus puestos de trabajo. La automatización es un proceso natural que lleva muchas décadas en marcha. Hace unos siglos, la principal ocupación de la gente era la agricultura. Entonces las máquinas liberaron a la gente del duro trabajo físico; ahora el 1% de la población puede alimentar fácilmente al otro 99% con la ayuda de la tecnología.

Pero si la modernización técnica fue gradual y lenta en el pasado, a principios del siglo XXI la situación está cambiando mucho más rápido. La gente tiene mucho menos tiempo para adaptarse. Quizás la sociedad no tenga tiempo de transformarse lo suficientemente rápido como para dar trabajo a millones de personas que pueden perder sus puestos en los próximos años: camioneros, taxistas, trabajadores de fábricas, notarios, cajeros, traductores, camareros, trabajadores de la construcción, cocineros y muchos otros. Ya existen complejos de producción totalmente automatizados en los que los robots pueden realizar sus funciones sin supervisión humana durante mucho tiempo (30 días y más).

McKinsey calcula que el 30% de todas las profesiones estarán automatizadas en 2030, lo que dejará sin trabajo al 14% de la población mundial. Por consiguiente, la amenaza de desempleo asociada tanto a la robotización de la producción como a la introducción de nuevas tecnologías digitales es, a primera vista, totalmente acertada.

Tasas de desempleo en los países líderes en robótica

Es posible estimar el nivel de realidad mediante el análisis de los datos estadísticos reales, que eventualmente pueden confirmar o refutar las tendencias asumidas.

Los principales líderes mundiales en la robotización de la economía son Estados Unidos, Corea, Singapur, Alemania, Japón, etc. Supongamos que la robotización y la digitalización de la economía, que comenzaron hace bastante tiempo, suponen una amenaza bastante seria para el número de puestos de trabajo. En ese caso, las tendencias de su reducción y del crecimiento del desempleo deberían ser pronunciadas.

Por ejemplo, la tasa de desempleo de EE.UU. descendió de forma constante entre 2010 y 2020 y sólo ha sido inferior en los últimos 37 años desde principios de la década de 2000. En 2020, la tasa aumentó debido a la pandemia, pero volvió a su nivel anterior del 3,5 al 4,5% un año después. A pesar de las sombrías predicciones de que la robotización reducirá el número de puestos de trabajo en EE.UU., la realidad es más optimista.

La economía china se está robotizando a un ritmo creciente. En 2019, la tasa de instalaciones anuales de robots en la industria manufacturera de la República Popular China ascendió a 160.000 unidades. Una cuarta parte de la producción mundial de robots industriales se concentra en China. El plan nacional de desarrollo económico de China exige una amplia modernización de las fábricas chinas hasta que alcancen un alto nivel de automatización y sofisticación tecnológica en 2025. Por ejemplo, en 2020, China tendrá una media de 150 robots por cada 10.000 trabajadores industriales, tres veces más que en 2015.

Con una cantidad importante de recursos humanos, China está aumentando activamente la robotización, lo que teóricamente debería provocar un desempleo masivo. Al mismo tiempo, la tasa se ha mantenido estable en los últimos 10-15 años, con ligeras fluctuaciones en el rango del 3,6 al 4,1%..

Así, los datos estadísticos muestran que las principales economías robotizadoras no han tenido problemas de desempleo en los últimos diez años. Estas estadísticas contradicen las afirmaciones de que la robotización conlleva una reducción del número de puestos de trabajo. Pero esta conclusión tampoco puede ser inequívoca. No puede hacerse extensiva a todos los países del mundo, ya que el impacto de la robotización de la economía en la dinámica del desarrollo económico de los Estados en el periodo actual y a medio plazo es más complejo.

Las razones del descenso del desempleo en los países líderes en robótica

El crecimiento de las economías de muchos países en desarrollo y países con economías en transición en las últimas décadas se basa en varios motores.

  • Mano de obra barata (incluida la reubicación masiva de residentes rurales a las ciudades y, en consecuencia, su transición de la agricultura a la industria).
  • Alza de los precios en los mercados de materias primas.
  • Una alta participación de la inversión en el PIB (característica de las economías asiáticas), combinada con la creación de las condiciones más cómodas para los negocios.

Recientemente, el crecimiento económico en muchos países en desarrollo no ha tenido una tendencia positiva. Es causado por un complejo de razones, entre las que se encuentra la robotización. La mano de obra barata era una ventaja en una época en que los robots eran bastante caros y no podían competir en precio con los trabajadores de los países del Tercer Mundo. Pero la situación ha cambiado, los robots se han abaratado y la mano de obra, por el contrario, se ha encarecido.

Además, hay una disminución del crecimiento demográfico y un envejecimiento de la población en los países en desarrollo, lo que encarece la mano de obra. Este proceso choca con una reducción del coste de automatización de la producción y un aumento de la productividad de los robots industriales. El resultado es la transferencia de la producción con su automatización desde los países en desarrollo hacia los países desarrollados. En consecuencia, la robotización de la economía está creando nuevos puestos de trabajo en los países desarrollados.

Todo lo anterior es la primera ola de resultados de la robotización de la economía, que se desarrolla en el presente y en el medio plazo. A medio plazo, podemos concluir que la robotización no es una amenaza para el mercado laboral de los países desarrollados. Cambiará su estructura, reduciendo el número de puestos de trabajo en algunas industrias pero aumentándolos en otras (adaptando simultáneamente la necesidad a los futuros cambios a largo plazo). La primera ola de resultados de la robotización reforzará las economías de los países desarrollados y hará retroceder las de los países en desarrollo.

Implicaciones de la robotización a largo plazo

El mayor desarrollo de la robótica inteligente y las mejoras en la tecnología de procesamiento de datos llevarán a que el trabajo de varios profesionales pueda ser sustituido por el de una sola persona mediante tecnologías de presencia remota e inteligencia artificial. Todo ello perjudicará al empleo en los países desarrollados.

Sin duda, provocará una reducción de puestos de trabajo, principalmente en el sector de los servicios. Muchos especialistas creen que los especialistas liberados podrán reciclarse y dominar nuevos tipos de profesiones en el futuro. Pero, ¿podrán estas industrias y profesiones proporcionar suficientes puestos de trabajo a la gente? Supongamos que se resuelve el problema en el campo de la inteligencia artificial. En ese caso, la economía de los países desarrollados se enfrentará a largo plazo a una fuerte estratificación de la sociedad, cuya parte más pequeña tendrá un puesto de trabajo o un capital propio y, por tanto, tendrá acceso a una buena educación, a la medicina y, lo que es más importante, a su desarrollo y a sus planes de futuro. La parte más importante de la sociedad se enfrentará al desempleo, a la necesidad de encontrar nichos en los que el ser humano pueda seguir compitiendo con las máquinas, a la disminución de los ingresos y a la falta de perspectivas.

Otras opciones para el desarrollo de la situación

  1. La intervención del gobierno limitaría la robotización reservando legalmente algunas profesiones para las personas y estableciendo cuotas para el trabajo robótico. También es posible imponer impuestos al trabajo de los robots, lo que, por un lado, reduciría la rentabilidad de la robotización y, por otro lado, daría a los países desarrollados los recursos para pagar a las personas una renta básica incondicional. Esto último no es una solución al problema de la estratificación de la riqueza ya que una renta básica cubriría las necesidades mínimas del perceptor. Por el contrario, el pago de una persona con un trabajo en una economía robótica sería desproporcionadamente más alto.

La renta básica es un pago periódico incondicional a todos los ciudadanos del país, trabajen o no. Este ingreso tiene las siguientes características.

Frecuencia: Se paga periódicamente (por ejemplo, una vez al mes) y no de forma puntual.

Forma monetaria: se paga en efectivo, lo que permite al destinatario decidir cómo utilizar el dinero recibido. No es un beneficio en especie, como cupones de alimentos o servicios médicos gratuitos, o un vale para un propósito específico.

Individual: Se paga a cada persona, no por ejemplo a un hogar.

Universalidad: pagado a todos sin prueba de medios.

Incondicional: pagado a todos, independientemente de si la persona trabaja o no, demuestra ganas de trabajar o no.

Se discuten muchas variantes del pago de la renta básica. Difieren en el tamaño del costo, la fuente del precio, la base para reducir la cantidad, el tamaño de dichas reducciones y otros parámetros.

En particular, muchos empresarios y políticos, entre ellos Bill Gates, apoyan la idea de gravar a los robots. En su opinión, ese "impuesto sobre la automatización" debería imponerse al software que realiza el trabajo de una persona despedida.

El gobierno podría utilizar el dinero para "fines humanitarios", incluyendo el empleo de los desempleados. Por ejemplo, para aumentar la contratación de trabajadores sociales que ayuden a los ancianos, a los sin techo y a los moribundos, y que cuiden de los niños en los jardines de infancia y las escuelas. Si de esta manera se aumenta el personal de las escuelas, de los distintos centros sociales y sanitarios, etc., la sociedad se hará más humana, dice Bill Gates. Un impuesto sobre la automatización ayudará a financiar este proceso.

Bill Gates apoya la automatización y la introducción generalizada de robots. Realmente es más rentable: no tienen que pagar salarios y a menudo hacen su trabajo mejor que un humano. Sin embargo, esto no exime a la empresa de pagar los impuestos que habría pagado si hubiera personas trabajando.

Por ejemplo, se podría imponer un impuesto sobre los beneficios extra de la empresa tras la implantación de la automatización y o tipos impositivos fijos para cada modelo de robot, en función de sus características técnicas. Cuanto más eficiente, más potente y más productivo sea el modelo, mayor será el impuesto fijo. Bill Gates cree que los fabricantes de robots no se opondrían a ese impuesto. Muchos entienden su necesidad para aliviar la tensión en la sociedad y resolver los problemas sociales.

Un escenario optimista, pero poco probable, es la aparición de nuevas profesiones y nuevas industrias en las que las máquinas no puedan competir con los humanos. Los recursos laborales liberados por la robotización serán absorbidos por estas industrias.

  1. Una población que se reduce en los países desarrollados, resolviendo en parte el problema de la escasez de puestos de trabajo. Una política de renta básica incondicional que anime a una parte de la población a ser ociosa e irresponsable, incluso a renunciar voluntariamente a formar una familia, bien puede contribuir a ello.
  2. La robotización de las economías desarrolladas conducirá a jornadas laborales más cortas, lo que dará como resultado más tiempo para la creatividad y el autodesarrollo.
  3. El ritmo esperado de desarrollo de la economía digital, así como los resultados deseados de este desarrollo a largo plazo, son algo exagerados. Por ejemplo, los datos deben ser estructurados, confiables, compatibles con otros datos, adecuados para el procesamiento algorítmico y útiles para tareas analíticas para procesar big data con éxito.

Las posibles consecuencias de la robotización se basan hoy principalmente en suposiciones y predicciones. Dados los actuales avances en la mejora de la IA, esto parece un futuro lejano.

La inteligencia artificial no puede aprender por sí misma, y las redes neuronales son incapaces de hacer inferencias lógicas. En consecuencia, la automatización de la economía no representa por el momento un peligro para las profesiones inteligentes.

Pero, al mismo tiempo, es necesario pensar en cómo la robotización afectará a las personas y a la sociedad en su conjunto. En la actualidad, las amenazas de la robotización son algo exageradas.


Nos permite examinar y considerar diversas posibilidades para mitigar o prevenir las consecuencias negativas a largo plazo.