Robots de servicios de transporte y logística

Los sistemas logísticos abarcan la gestión del flujo de mercancías, su transporte, manipulación y embalaje. La mayor parte de los sistemas logísticos, salvo los sistemas de transporte de mercancías por robots, requieren movilidad en entornos interiores o exteriores. Los robots móviles autónomos (AMR) son robots móviles que se utilizan en aplicaciones industriales y no industriales, para trasladar automáticamente materiales de un punto a otro. Algunas empresas utilizan el término AGV (Automated/Autonomously Guided Vehicle) indistintamente de AMR. Sin embargo, es esencial diferenciar entre los AGV tradicionales, que utilizan algún tipo de guía externa (por ejemplo, marcas de colores, carriles o balizas) para la navegación, mientras que los AMR pueden navegar de forma autónoma. Los AGV tradicionales no se clasifican como robots. Las aplicaciones de los AGV comprenden el transporte y, dependiendo del escenario de aplicación específico, la manipulación, el embalaje, la clasificación y la entrega. Normalmente, los AGV se instalan en: • Entornos interiores sin tráfico público, principalmente en entornos de fabricación y almacenes o centros logísticos, • Entornos interiores accesibles al público, como hospitales, hoteles y edificios públicos, • Entornos exteriores que no incluyen tráfico público, particularmente puertos, aeropuertos, cubiertas de parques y centros de transbordo, • Entornos exteriores que se solapan con calles y paseos en los que los AGVs superan la llamada “Última Milla” en la entrega de alimentos o consumibles, Se han producido relevantes actividades de puesta en marcha en el área de la logística, una abundancia de estudios de mercado hace hincapié en este mercado de crecimiento global. Un debate interesante es hasta qué punto los coches o camiones autónomos pueden incluirse en esta categoría. Técnicamente, estos sistemas tienen un gran parecido con los AGV. Sin embargo, según la definición de robot de servicio, las estadísticas contabilizan estrictamente los AGV (totalmente autónomos), que se aplican en tareas comerciales, normalmente manejados por un operador debidamente formado. Hay que reconocer que los límites técnicos son difusos en este ámbito.