Servicio profesional de robótica

Los robots de servicio son dispositivos autónomos que realizan tareas de ayuda para las personas y los equipos, excepto en los trabajos de automatización industrial. Hoy en día existen muchos tipos de robots de este tipo. Su clasificación corresponde a las industrias en las que se utilizan. Esto significa que hay dos categorías distintas: los robots de consumo y los de servicio profesional. A su vez, el segmento de los robots de consumo puede dividirse en tres grupos principales de aplicaciones: robots domésticos, robots que realizan tareas de interacción social y educación, y la última categoría incluye los robots que cuidan de los enfermos en casa. La mayoría de los robots domésticos realizan la función de limpiar suelos, ventanas, trabajos de jardinería, limpieza de calles y otras tareas domésticas. Los robots destinados a ser compañeros o a proporcionar interacción social pueden dividirse en aplicaciones comerciales y no comerciales. Por ejemplo, los robots educativos suelen consumirse en escuelas o entornos similares, donde la enseñanza es una actividad comercial para los profesores. Sin embargo, éstos están formados profesionalmente para impartir conocimientos, no para manejar robots. El uso de robots para la asistencia domiciliaria está relacionado principalmente con la movilidad y la asistencia en la manipulación. Aquí debemos prestar atención al hecho de que los robots de enfermería pueden utilizarse en centros de enfermería profesionales. El criterio decisivo para clasificar un robot en el sector del consumo es su idoneidad para los no profesionales. También pueden ser cuidadores profesionales que no tienen una formación especial para manejar robots. También hay que tener en cuenta que todas las categorías anteriores incluyen dispositivos robóticos porque una autonomía limitada puede ser necesaria o deseable en las aplicaciones asistenciales. Si la aplicación de un robot para el cuidado requiere formación o educación, debe colocarse en otro grupo. La categoría de aplicaciones de robots de servicios profesionales se desglosa en nueve grupos de aplicaciones diferentes. Una de estas categorías, los robots para aplicaciones agrícolas, se subdivide en cuatro clases. La primera incluye todas las actividades relacionadas con el cultivo de plantas, desde el arado de un campo hasta la recolección de cosechas en invernaderos o al aire libre. Los robots para el ordeño representan la segunda clase, la cría de animales está en la tercera. Y la última incluye el resto, que no puede clasificarse según los tres motivos anteriores. Los robots de limpieza profesionales -por analogía con los robots de limpieza doméstica- se dividen en robots que cumplen la función de limpiar suelos, ventanas y paredes. También se utilizan para limpiar tanques, tuberías y conductos, e incluso para limpiar los cascos de los barcos. Debido a la pandemia de Covid-19, muchas empresas han reorientado y ampliado la funcionalidad de los robots con mecanismos para realizar la desinfección. Estas máquinas constituyen ahora un grupo aparte. Los robots que realizan una limpieza profesional, pero que no son adecuados para un conjunto de funciones de ninguna de las clases anteriores, se asignan a otra distinta. El siguiente grupo de robots se aplica a la inspección y el mantenimiento profesionales. Se desglosan según el objeto al que se destinan. Los robots que realizan la inspección de daños en la construcción y la ingeniería civil de todo tipo se clasifican en un grupo. La inspección de depósitos, tuberías, conductos y alcantarillas se incluye en otra clase. Una gran variedad de dispositivos robóticos que se encargan de la inspección y el mantenimiento están equipados con un control remoto manual. Sin embargo, para que la máquina se considere un robot es necesario que disponga de al menos algunas funciones autónomas básicas, como la navegación. Otro grupo de aplicaciones abarca los robots para la construcción y la demolición. Un grupo incluye varios robots de logística y transporte. En este contexto, logística es un término muy general que abarca una amplia gama de aplicaciones robóticas diferentes. Algunas funciones logísticas, como el empaquetado, la recogida y colocación y el paletizado, se consideran robótica industrial y, por lo tanto, se consideran en otra clasificación. Los robots de servicio para la logística y el transporte se unen según una matriz de dos dimensiones. La primera dimensión se refiere al uso previsto en interiores y exteriores. La segunda dimensión es la capacidad del robot para manejar el tráfico público con seguridad. En un entorno no público, sólo pueden cruzarse con un robot de servicio personas formadas para manejarlo y convivir con él. Por supuesto, el robot debe seguir teniendo características de seguridad, pero el vendedor puede esperar; que todos los que se encuentren en la zona de trabajo del robot conozcan las normas de "hacer" y "no hacer". Es diferente para los robots aplicados en el transporte público. En los recintos cerrados, el tráfico público se refiere a los visitantes u otros miembros de la sociedad que no pueden cooperar o coexistir de forma segura con el robot. El robot debe responder y anticiparse al comportamiento de las personas que se encuentran en su entorno inmediato, como por ejemplo, detener o ralentizar su movimiento. En espacios abiertos y de tráfico público, el robot puede incluso tener que participar de forma autónoma en el tráfico de la calle (lo que no suele estar contemplado en la normativa legal vigente). En la actualidad, muchos de los robots utilizados para la logística externa en el tráfico público son del tipo aéreo. La logística también incluye la gestión de inventarios, como el recuento y la reposición. Cualquier otro tipo de robot de servicios logísticos o de transporte puede clasificarse en otra categoría. Nótese que el transporte de pasajeros está excluido de este esquema. El grupo de robótica médica también incluye los dispositivos robóticos, es decir, la tecnología robótica’ que no tiene suficiente autonomía para calificarse como robot. Se refiere a las clases de robótica’ de diagnóstico, de cirugía asistida por robots y de robótica para terapia no invasiva y rehabilitación. En cambio, los robots que procesan y manipulan muestras en laboratorios médicos y otros robots médicos deben ser relativamente autónomos. El grupo de robots de búsqueda y rescate y de seguridad incluye dispositivos robóticos. Están destinados a la lucha contra incendios, a la ayuda en caso de catástrofe o a la seguridad. Esencialmente, este grupo contiene sólo máquinas realizadas con fines pacíficos y no militares. Los robots de hostelería se utilizan para la preparación de alimentos o bebidas y para el guiado móvil, la información o la telepresencia.